Sistemas de comunicación entre familias
y docente.
Los
encuentros entre familia y docente se han realizado en la entrada y salida de
los niños al centro escolar. Las tutorías también se realizaban, pero debido a
la brevedad de las prácticas, no ha habido más oportunidades de ver los
encuentros.
Según
lo observado la comunicación entre las familias y la tutora de mis prácticas
era bastante escasa y fría. A la llegada de los niños al aula la “seño” estaba
realizando tareas con respecto a lo que íbamos a hacer con los niños a lo largo
del día y al parecer se encontraba ocupada. Las conversaciones entre ambas
partes eran reducidas a la cordialidad de los buenos días y a comentar
puntualmente cosas sobre el niño/a, como por ejemplo, “se le perdió la chaqueta
pero no la encontramos…” yo observé que algunas madres intentaban sacar
conversación con la docente y al no encontrar una respuesta en ella tendían a entablar conmigo conversaciones que
a mi desempeño en ese aula no me correspondían , aun así a mí me gustaba hablar
con ellas cada mañana y decirle lo que podía de sus hijos e hijas. Esto
ocasionó que la maestra me comentara que no hablara mucho con ellas, y
respondió a mí por qué diciendo: “que son muy cotillas”.
A la
salida del colegio de los niños que no iban a comedor, la comunicación entre
familia y docente era meramente informativa.
Me
consta, por haber preguntado que hubo una entrevista inicial con las familias,
donde se rellenó un cuestionario de información sobre ellas, en los que
constaban aspectos médicos, expectativas sobre el niño y la familia y datos
recabados, sin embargo no tuve acceso a esos cuestionarios.
En
cuanto a las tutorías que hubo durante mi estancia en las cuales no pude estar
presente se que se realizaron por que era necesario, debido a que hubo pruebas médicas para la revisión de
la vista de los niños y fue necesario realizar esas tutoría para informar dos
casos graves a sus familias.
Las razones de por qué
la comunicación entre la docente y la familia era tan escasa, supongo que
justifica que ambas partes no hacían por mantener esa comunicación, ya que ni
familias asistían a las tutorías establecidas, donde la maestra estaba
disponible para ellas, y la maestra en el día a día no aprovechaba esos
momentos de conversación momentánea para hacerlo o a lo mejor las familias
tampoco conocían realmente la existencia y necesidad de las tutorías o ambas
partes no le daban importancia a esa tan necesaria comunicación entre docente y
familia del alumno o alumna.
Desde mi punto de vista
creo que es necesario tener siempre una vía de comunicación con las familias,
para informar siempre del progreso y actitudes de sus hijos e hijas.
A la hora de entrada en
clase se puede tener alguna conversación momentánea con las familias, para
informar y tener un trato agradable; pero tampoco se puede sobrepasar un tiempo
límite en estas conversaciones, porque los alumnos se entretienen en otras
cosas y luego puede costar más llamar su atención para comenzar la clase.
Con respecto a las
reuniones de las tutorías, veo importante que todas las familias participen en
estas y que no solo vayan a informarse de progresos, proyectos, etc., sino que
también se involucren en estos aspectos y aporten ideas, hagan sugerencias y
preguntes dudas.
Sistemas de agrupación del alumnado
dentro del aula.
Con
respecto a la agrupación del alumnado dentro del aula de este centro, los niños
y niñas de 5 años estaban sentados de
dos en dos, las mesas estaban orientadas hacia la pizarra. Las mesas y sillas
que ocupan los alumnos estaban colocadas en dos filas, estas ocupaban gran
parte de la superficie de la clase, dejando muy poco espacio al resto de los
espacios de la clase como son los rincones, la alfombra donde se realizan las
actividades y asambleas.
Esta
aula con respecto a las demás clases del infantil de este mismo colegio, era
mucho más pequeña por lo que esta distribución
impedía a los 24 niños de esta clase realizar tareas, juegos, canciones
con bailes que se realizasen fuera de los asientos de los niños.
Tras
las tres semanas de prácticas dentro de este aula, la conclusión que pude sacar
de las explicaciones y comentarios que realizaba la maestra sobre el tema de la
agrupación de los alumnos de dos en dos fue que los alumnos no podían estar
sentados en grupos ya que se despistan mucho más a la hora de atender a la
maestra en las explicaciones de las tareas, que se distraían mucho más entre
ellos mismos y que así conseguía que la mayoría de los alumnos pudiesen
terminar sus tareas a tiempo.
Con
respecto a la colocación de los niños pude observar, que los niños que más
atendían y menos se entretenían con los
demás eran los que estaban colocados en las primeras filas, por lo que las
mesas de las últimas filas estaban ocupadas por los alumnos que presentaban un
mal comportamiento y problemas de atención a la maestra. Otro aspecto que pude
observar es que los niños de diferentes nacionalidades (rumanos, ecuatorianos,
ingleses…) eran los que ocupaban gran parte de estas últimas filas.
Durante
la experiencia de las prácticas estuve presente en varios cambios de asientos,
debido al comportamiento de algún
alumno. El que tenía un mal comportamiento la maestra lo cambiaba a las últimas
filas de la clase.
Finalmente
añadir que delante de la pizarra había una mesa individual, que era ocupada por
aquel niño que por entretenerse y despistarse con sus compañeros, no terminaba
la tarea a tiempo.
Pienso
que está distribución no es muy acertada pues, creo que sería mejor un
distribución donde se formasen grupos de al menos 4 alumnos, para que no se
distraigan tanto, de esta forma pueden ayudarse mutuamente e incluso regañarse
si molestan y no pueden atender a la explicación.
Estos grupos se irían cambiando de sitio y de
compañeros para que todos estén con todos, y así favorecer la socialización e
intentar mejorar el comportamiento de algunos de los alumnos mediante el
ejemplo de sus compañeros. Evitando la discriminación y el etiquetado de los
alumnos.
Organización de los materiales en el
aula (dónde se guardan, quién accede a ellos, quién distribuye, etc.)
En el centro donde uno
de nuestros miembros ha realizado sus prácticas, todos los materiales del aula
estaban organizados en estanterías con fácil acceso a los pequeños.
Las estanterías están
organizadas según materiales, cuadernos y recursos. Los materiales como
tijeras, plastilinas, pegamentos, lápices, ceras, etc., están colocados en
cajones con los nombres de los materiales correspondientes en ellos.
Con respecto a los
libros están colocados en estantes separados, los cuadernos de trabajo: el de
matemáticas, el de lengua y el cuaderno de religión. Siempre colocados a una
altura adecuada para que los alumnos puedan acceder a ellos.
Los demás recursos
están distribuidos por toda el aula: el televisor está colocado en lo alto de
una estantería, los libros de lectura están colocados en una estantería a modo
de biblioteca, y los juguetes también están colocados en otra estantería y
algunos se encuentran en los rincones (a estos si acceden los niños con
facilidad).
Los alumnos acceden a
ciertos materiales como son sus cuadernos, materiales para realizar sus tareas,
libros de lectura. Mientras que hay otros recursos que se los proporciona la
maestra en algún momento determinado.
Todos los días hay un
encargado de clase que es el que reparte los cuadernos para trabajar, y a su
vez un encargado de equipo que reparte los lápices a su respectivo equipo
(estos encargados cambian cada día). Al igual que reparten los materiales,
estos también se encargan de recogerlos.
Los demás recursos es
la maestra quien los distribuye, para evitar trifulcas entre los alumnos.
Según los criterios de
la maestra, la manera de que estos materiales se encuentran organizados es para
que todos los alumnos sean más autónomos y puedan disponer de todos ellos con
facilidad.
A la vez que aprenden a
ser organizados y respetar los turnos de sus compañeros, aprenden a compartir
sus materiales.
Todos los alumnos saben
perfectamente en el momento en el que deben coger los materiales, y como deben
quedar después de haberlos utilizado.
Los materiales a los
que solo accede la maestra para proporcionárselos a los alumnos, es para que,
como he dicho antes, se eviten malentendidos entre los alumnos a la hora de
repartir lo materiales.
Bajo mi punto de vista
la distribución de los materiales y recursos de este aula están bien
organizados, de manera que alumnos y maestra puedan trabajar en armonía a la
hora del uso y disfrute de estos.
Alguno recursos, como
algunos juguetes, pienso que deberían estar más al alcance de los alumnos, para
que puedan divertirse y aprender con ellos y no sea la maestra la que diga
cuándo y quién puede utilizarlos.
Organización
de los espacios dentro del aula.
Uno de los centros donde un miembro de nuestro grupo
ha realizado el practicum II, los espacios estaban organizados de esta manera:
-
El
aula estaba como dividida en dos partes, la de trabajo y la de juego. Por un
lado estaban las mesas donde los niños y niñas realizaban las tareas de clase,
las fichas, que estaban orientadas hacia la pizarra y la mesa del maestro,
estas mesas estaban colocadas en grupos. Había 4 grupos y a cada uno tenía un
color (amarillo, rojo, azul y verde). Cada alumno tenía un sitio asignado y un
grupo, y no se podían cambiar si no era por petición del docente.
-
En
la parte de atrás de las mesas, pegadas a la pared, están las estanterías, en
las cuales los alumnos tenían cada uno una bandeja donde colocaban sus fichas,
trabajos y libros de actividades. Y también una estantería con diversos cajones
en la cual se encuentran los distintos materiales que son utilizados por los
alumnos como lápices, colores, pegamento, tijeras, etc.
-
Por
otro lado estaba el espacio de juego, asamblea y rincones. El aula contaba de 4
rincones (biblioteca, rincón de las construcciones, rincón de labores
domesticas y el rincón de los juegos de mesa), los juguetes y materiales de
estos están recogidos, en orden y metidos en baúles de plástico. La asamblea tenía
un corcho de vinilo, para que los alumnos no se sienten en el suelo, y un panel
donde cada día un encargado de clase hace las tareas de la asamblea (pasar
lista, poner el día, mes, tiempo que hace, etc.).
-
También
el aula cuenta con un pequeño espacio exterior, que solo se tiene acceso desde
la clase, a través de una puerta, para la realización de actividades al aire
libre, psicomotricidad y otras actividades que requieran más espacio.
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Por
último señalar que dentro del aula hay un baño con 2 lavabos, 2 orinales y una
pequeña bañera para que los alumnos no salgan de clase cuando necesiten hacer
sus necesidades.
El docente del centro tiene esta organización en el
aula, porque para ella es la más correcta, ya que tiene los dos espacios como
un poco divididos, aunque de un sitio a otro solo hay dos pasos, pero, los
suficientes para que los alumnos sepan diferenciar de unas actividades a otras.
Los materiales de los alumnos, todos están a su
alcancen para que ellos con autonomía puedan cogerlos y disponer de ellos. Sin
embargo los materiales de la docente están situados a una altura, la cual los
alumnos no alcanzan y no pueden tocarlos.
Los juguetes y materiales de los rincones, están en
baúles de plástico, para que así no estén en medio y se tenga un orden en la
clase. La docente cuando los usan, luego deja un pequeño tiempo para que lo
guarden todo y dejen la clase en orden y recogida.
Esta organización del espacio en el aula es
práctica, ya que la maestra tiene dividida la clase en diferentes zonas, en
cada una de estas zonas se hacen actividades diferentes y los alumnos ya saben
lo que deben hacer en cada una de dichas zonas. Cuando llega la hora de
trabajar los alumnos automáticamente saben que tienen que estar en sus
respectivos sitios para elaborar la tarea, mientras que si van a realizar una
asamblea se sentarán en el corcho para que todos puedan participar en ella.
Tiempos
de juego libre / dirigido dentro del aula.
La organización del tiempo
dentro del aula de este centro seguía casi todos los días las mismas
actividades dentro del horario prefijado, excepto cuando surgía alguna
actividad, charla o era la celebración de algún acontecimiento.
A primera hora de la mañana,
antes de nada cada niño colocaba su mochila y su abrigo en su percha
correspondiente, cantaban junto a la maestra la canción de los buenos días, se
pasaba lista y se ponía la fecha en la pizarra.
Siempre, a continuación de
estas primeras actividades, la maestra explicaba la ficha que tocaba realizar
ese día y los niños se ponían manos a la obra. Los primeros en terminar se
podían retirar de sus mesas e irse a los rincones de juego situados alrededor
de la clase, hasta que se hiciera la hora de desayunar y posteriormente salir
al patio. Si todavía quedaba algún niño sin acabar la tarea a la hora del
desayuno podía retirarse a desayunar, y la terminaría al volver del recreo
aunque los demás estuvieran ya realizando otras actividades.
Al volver del patio, casi
todos los días la maestra realizaba una actividad de relajación, ya que los
niños al estar tanto tiempo jugando, corriendo y saltando venían muy
acelerados. Se trataba de bajar las persianas de la clase, poner música clásica
y pasarle por la cara una especie de plumero al niño que estuviera en su sitio
con la cabeza encima de la mesa y los ojos cerrados.
Tras esta tarea, la mayoría de
las veces, la maestra explicaba la otra ficha correspondiente, y los que
acabaran antes podrían irse a jugar hasta que fuera la hora de irse a casa, en
algunas ocasiones, siempre y cuando no fuera mal de tiempo con los libros y sus
respectivas fichas por realizar, se traía una tele y ponía algunos dibujos
animados, cantaba canciones con ellos, les entregaba un folio y colores y les
dejaba dibujar libremente, sacaba una caja de puzles y les repartía una a cada
uno y luego iban intercambiándoselos, es decir realizaba alguna actividad
educativa y algo más lúdica y tranquila.
Una de las características de
esta organización, era que las tareas más difíciles y que precisaban de mayor
concentración y esfuerzo mental se realizaban a primera hora de la mañana, ya
que los niños se encontraban descansados y llegaban a la clase con bastante
energía, y después del recreo se realizaban las actividades que para los niños resultaban
más fáciles y divertidas, como colorear, pintar, pegar, etc.
No sé con certeza las razones
de el porqué de esta organización, pero tras mi reflexión y observación durante
tres semanas allí, mi conclusión ha sido que la organización del aula se basaba
crucialmente en la realización de todos los cuadernos de fichas que los niños
llevaban para ese trimestre, lo demás era algo secundario pero su principal
objetivo era el cumplimiento de dichas tareas.
La organización del tiempo en
estas etapas se hace un poco repetitivo para que los niños adquieran una rutina
diaria. Veo acertado que las tareas más complicadas se realicen a primera hora,
pues es cuando los niños están más concentrados.
Pienso que además de las
respectivas fichas que deben realizar los alumnos para llegar a los objetivos
establecidos, también se podrían realizar actividades que le surjan a la
maestra en el aula durante la clase o que los alumnos sugieran, actividades más
lúdicas, más manuales, más creativas, etc.
No se debería regir tanto por
los objetivos a alcanzar, sino por los conocimientos que adquieren sus alumnos.